¿Qué significan para ti las NAVIDADES?
¿Qué es lo que más te gusta de ellas?
¿De qué manera influyen en tu conducta alimentaria? ¿Y en tu peso?
¿Ahora tienes pensado olvidarte del objetivo que te has propuesto al venir al a consulta?
¿Qué podemos hacer diferente a otros años para comenzar el año con buen pie?
(Momento de reflexión no sigas leyendo. Continua cuando hayas pensado tus respuestas)
Hay que ser sincero, pedirle a alguien que no coma los dulces u otros alimentos hipercalóricos que suelen haber en una mesa navideña, es como pedirle a tu hijo de cinco años que no se suba a la bicicleta que le acaban de regalar los Reyes Magos. Si no imposible, es algo muy complicado. Sin embargo, entre tomar un mantecado en Nochebuena y estar comiendo turrón de chocolate desde octubre hay una gran diferencia; depende de ti dejarte llevar por la corriente de consumo desmadrado o, por el contrario, intentar disfrutar de las Navidades comiendo con consciencia (qué estoy haciendo y cómo me afecta) y coherencia (¿hago cosas acordes a lo que quiero conseguir?).
Tener una relación saludable con la comida pasa por aprender a estar en una mesa llena de manjares y no volverse loco, y tampoco sentirse mal por comerse un trozo de turrón. Para poder actuar así, lo primero que debes cambiar es tu percepción del asunto. No se trata de hacer dieta, sino de tomar estos alimentos más “festivos” sin atracones y sin remordimientos. (evitar pensamientos “no voy a comer de nada porque estoy a dieta” o “como ya no puedo hacer la dieta bien da igual y voy a hincharme de todo”)
CONSEJOS DESDE NUT PARA EVITAR SUBIR DE PESO DURANTE LA NAVIDAD
Un objetivo realista es simplemente mantenerse ESTABLE. No es necesario renunciar a la diversión ni a los eventos si aprendes a planificar y gestionar de forma RESPONSABLE:
- COME CON NORMALIDAD TODOS LOS DÍAS (salvo festivos)
– Come con normalidad todos los días no señalados. 24, 25, 21, 1 y 6 = son 5 días festivos, no un mes y medio!
-Prioriza ensaladas, platos de verdura, legumbres y pescado con preparaciones sencillas (plancha, vapor, hervidas). Incluye una gran % de verduras
– Planifica y equilibra tus días: si por ejemplo tienes previsto una cena copiosa (Nochebuena) prepara un almuerzo más sencillo a base de verdura (crema de calabaza con queso, tortilla de verdura, setas con gambas, judías con jamón), incluye más fruta en tu desayuno y reduce la cantidad de pan, etc.
- NO TE SALTES TUS COMIDAS HABITUALES, RESPETA TUS HORARIOS
– Incluye fruta a diario (2 – 3 raciones), entre horas también puedes tomar un puñado de frutos secos crudos, yogur sin azúcar, una infusión o café / descafeinado si te pilla en la calle…
– No te saltes comidas antes de un “banquete”. Si tomas fruta, yogur, agua…llegarás más saciado, con menos ganas de picar y controlarás mejor las porciones.
- EJERCICIO: ¡No dejes de moverte! Intenta llegar a tus 10.000 pasos diarios
– Hacer ejercicio te ayuda a quemar parte del exceso de calorías de estas fechas y a controlar el estrés relacionado con esta época.
Si te ejercitas de forma habitual considera incrementar tu rutina; por ejemplo, si acostumbras a ejercitarte 30 minutos al día, aumenta la sesión a 60 minutos; o si haces ejercicio tres veces a la semana, auméntalos a cuatro o cinco.
- DATE TU TIEMPO PARA COMER
– Come tranquilo y relajado (20’ – masticar 20 veces). Es la mejor herramienta de control de las porciones que tomamos y para facilitar la digestión y evitar molestias y pesadez tras un exceso.
– Escucha tu cuerpo y detente de vez en cuando a analizar si aún tienes hambre o estás comiendo simplemente por gula.
- EL AGUA ES LA BEBIDA DE ELECCIÓN
– Intenta tomar al menos unos 6 vasos al día (1.5L). Infusiones (anís estrellado, digestivas…)
– Recuerda tomar un vaso de agua antes de las comidas para llegar más saciado
– Alcohol, cuanto menos mejor. Si tomas, mejor una copita de cerveza o vino que copas con refrescos azucarados. Tomar agua entre rondas hace que al final bebamos menos cantidad (¡y menos resaca!)
- LA RACIÓN ES CUESTIÓN
– No es necesario privarse de esos platos navideños que un familiar prepara solo una vez al año o esa especialidad maravillosa que nos ofrecen en un restaurante, pero hay que tomarlos con moderación, ya que su aporte calórico suele ser muy elevado.
– En lugar de grandes platos «llenos hasta la barandilla» hay que servirse pequeñas porciones de todo lo que queramos tomar, como un menú de muestra o menú degustación; un poquito de todo para darse el gusto, pero así no nos pasamos de kcal ni nos sentimos culpables después.
– ¡Comparte el postre si no eres capaz de rechazarlo!
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