En términos generales las personas se suelen centrar en el peso; primer error, pues el peso es un dato muy global y no nos sirve para conocer si nuestro cuerpo cambia. Es más importante centrarse en el porcentaje de músculo y en el de grasa.
La pérdida de grasa es un proceso complejo que requiere de modificaciones a nivel metabólico y de composición corporal; es decir, nuestro organismo debe cambiar su forma de trabajar para volverse más eficiente en la oxidación de la grasa acumulada en el tejido adiposo, de forma que éste disminuya.
Cuando disminuimos la ingesta o empezamos a caminar, en un primer momento, nuestro cuerpo empieza a compensar ese déficit energético con la energía acumulada en forma de grasa, pero llega un punto en que el organismo se adapta al cambio y deja de ser tan eficiente.
Por eso es fundamental combinar la alimentación con el tipo de actividad física, enfocándola no sólo a la pérdida de grasa sino también al desarrollo de masa muscular. Se debe entrenar la fuerza muscular, pues al hacerlo se está activando el metabolismo y preparándolo para ser mucho más eficaz en la pérdida de grasa y la termogénesis ya que al tener más masa muscular, se necesitará más energía para mover el cuerpo.
Por tanto, ganar masa muscular va a favorecer la pérdida de grasa, ocurra lo que ocurra con el peso.
Mª Angeles Romero Vargas
Nutricionista del Centro Dietético Nut
Un perfecto texto y bastante aconsejable. Enhorabuena